jueves, 30 de mayo de 2013

Una de Fantasmas

Cuando uno va a vivir a una casa tan antigua lo primero que piensa es, ¿habrá fantasmas? En nuestro caso ya lo sabíamos porque antes de ir a vivir allí nosotros ya había vivido antes mi tía y ya llevábamos muchos años trabajando en aquella casa. Había fantasmas. Lo que no estaba claro era cuántos ni por dónde.

sábado, 25 de mayo de 2013

Deporte... y casi muerte en Venecia.

           No sé por qué, estando con Anabel en Venecia, se me ocurrió entrar en unos grandes almacenes tipo C&A y comprarme unas zapatillas de deporte para hace un poco de ejercicio. ¡Menuda tontada!, pensé para mí. ¡Con la de cosas que hay que hacer y que ver aquí y a mí, que hace años que no corro, se me ocurre justo hoy!

Un servicio de comidas de infarto.

     En aquel restaurante, donde vivíamos y trabajábamos, ocurrían cosas de lo más absurdas. Un día, a la hora de comer, no sé por qué razón alguien de la familia acudió con unos gitanos, a los que había reclutado por el barrio, para que, a cambio de una propina, bajasen y se llevasen a un vertedero los escombros que habían salido de la reforma del edificio.

viernes, 24 de mayo de 2013

La Madalena . La historia de mi integración.

La Madalena. Historia de mi integración.

         Hace ya diez años que vivo en el Barrio de "La Madalena" de Zaragoza. Antes ya había vivido en El Tubo, así que ya estaba curado de espanto. Como payo, creo que me he adaptado bien (hay que tener en cuenta que soy yo el que está en su territorio) y nunca he tenido problemas con los gitanos, así como yo he intentado no darles problemas a ellos.
         Sí que hubo algún problema con una pareja de italianos que

jueves, 23 de mayo de 2013

Pedro. Mi tío y a pesar de ello mi amigo.

    La primera vez que vi a mi tío Pedro yo tenía catorce años y él estaba sentado a una mesa de nuestro restaurante. Creo que tenía un compromiso y mis padres le estaban echando una mano. Además,  mis padres que ya sabían que yo quería ser músico, querían que lo conociera porque él había formado parte del grupo Chicotén, que se dedicaba a recuperar temas de música tradicional aragonesa. Lo de este grupo es un caso muy curioso en toda la historia de la música

La peluquería del Casino Mercantil. Otra historia del Tubo.

       Pocas personas saben tanto como yo de restaurantes porque pocas han tenido  la oportunidad de vivir dentro de uno.  El nuestro, el negocio familiar, estaba en el tubo Zaragozano y después de algunos años  y de dos mudanzas, nos vimos obligados, por motivos económicos a habitar las tres plantas superiores del edificio.
  Nosotros mismos, con la ayuda de amigos, rehabilitamos las tres plantas en los descansos entre el servicio  de comidas y el de las cenas.

Atraco interracial


Ayer, cuando volvía del ensayo de Juanita Calamidad tuve un intento de atraco interracial del que tanto yo como el instrumento que llevaba salimos indemnes. En esta historia intervienen : un payo (yo mismo), dos gitanos rumanos y un negro (no se la nacionalidad) y una tienda de chinos con sus correspondientes chinos.

En este relato, basado en un hecho real,

miércoles, 22 de mayo de 2013

Tocando por la playa... tres historias cortas, cortas.



  Tenía por aquel e unos veinte años y una novia Venezolana. Ella era estudiante de económicas y no quería volver a su país. Sus oportunidades laborales allí eran ínfimas, porque en aquellos tiempos, había en Venezuela una ley, que obligaba a las empresas a contratar un 80% de personas nacidas en el país y mi amiga, a pesar de haber vivido allí toda su vida, había nacido en Perú.

martes, 21 de mayo de 2013

De camino al trabajo...cinco minutos de alta filosofía en la calle.

Esta tarde, a eso de las cinco menos diez, de camino al trabajo, veo que desde la otra acera me saluda un viejo conocido. Es un señor jubilado que conozco desde la época en la que era camarero. Le saludo pero él no se conforma y me llama desde la silla de la terraza donde está tomándose una caña...¡Eh cruza hombre!. Acudo a su llamada y me dice

Carmela. Una de supermercados y de gatos




Ya que estoy aquí os voy a contar una conversación que tuve ayer con una señora en la cola del supermercado.Yo había cerrado la tienda a la hora de comer y me dirigí al super para comprar dos pizzas marca blanca y una latica para el gato marca blanca. Lo de la marca blanca no es sólo por necesidad, también es por principios. Elegí las pizzas y al ir a por la lata vi que las más baratas venían en un estuche de cartón bastante lujoso, para ser comida de gato, e incluso para ser para humanos, pero era baratísima y marca blanca, supuse que era el embalaje tan lujoso lo que le restaba ventas, así que me fui a la caja, coloqué las dos pizzas y la comida de gato en la cinta  y fue entonces cuando una señora, que era muy directa pero también muy maja y que iba detrás de mi me dijo:

- Jooodo, como se va a poner el gato ese ¿ no?
-Pues mire, a pesar del cartón es la más barata que hay, van cuatro latas.
- Y una lata al día, ¿Pa cuatro días tiene?.
- No, no, que le doy solo media lata al día, tiene para una semana.
- Y si tiene hambre ¿Que se joda el gato?
- No mujer , que también tiene pienso…
- Aaaaah, pues tiene que estar bueno, sí, sí, delicias del cantábrico, buey en adobo, jooodoooo.
- Si que está bueno si, de hecho señora, está tan bueno, que en realidad no es para el gato, en cuanto llegue a casa me voy a untar las cuatro latas en la pizza y to pa dentro (La cajera empezaba a reírse, discretamente)
- Pues hay muchos gatos que comen mejor que muchas personas…
- Pues es verdad, lo que hay que hacer es ayudar en lo que se pueda. aunque los responsables sean los gobiernos. Yo ayudo lo que puedo,  aunque no sea ministro ni concejal, como hace mucha gente. pero también mi responsabilidad es mi gato ¿Sabe?
- Pues es verdad.
- ¿Sabe que además muchos gatos salen mejor que algunas personas?
- Pues también es verdad. por ejemplo seguro que su gato le ha salido a usted mejor que a mí mi cuñao.
- No le quepa dudas. Señora ¿Quiere una latica para su cuñao?
- No, no pobre gato.
La cajera me cobró ya con la risa floja y me regaló, de tapadillo, una bolsa de las grandes.
Adjunto foto del gato en cuestión, que es gata y que se llama Carmela.

sábado, 18 de mayo de 2013

Los gatos del museo.


Muchas veces me siento en el café del museo del Teatro Romano. En él hay una cristalera desde donde se pueden ver las gradas (o lo que queda de ellas). Las gradas están a cubierto de la lluvia por algo a lo que unos amigos míos dieron en llamar “la gran boina” así que, es el lugar perfecto para que se refugien los gatos.
Hace muchos días que, pese a echar horas y horas de atenta observación, no veo ningún gato. Pregunto a la camarera y ella me dice que sí, que alguno hay, lo que pasa es que son muy listos y se esconden en recovecos que sólo ellos conocen. No le creo. Seguro que algún palurdo municipal ha ideado un sistema para mantenerlos a raya o los ha mandado matar.
   Como los gatos han desaparecido, levanto la vista y veo, tras la valla que separa el “teatro” de la calle Verónica, de izquierda a derecha: la sede de un partido político, pared con pared , un Sex-Shop (Que poético), un gimnasio de “Pilates”, un bar, una tienda de material fotográfico y por fin, otro bar…..en resumen, mucho vicio y ningún gato.
La última vez que los humanos la tomaron con los pobres gatos por considerarlos animales diabólicos y compañeros de las brujas, las ratas se comieron las cosechas y llegó la peste bubónica a toda Europa.
A pesar de su sabiduría y de su belleza, hay gente que sigue tomando partida a favor de las ratas y de la peste. Así nos va.