jueves, 27 de agosto de 2015

Carencias



 Vemos bajando del tranvía a una pareja  de discapacitados. Los dos tienen la misma cualidad de andar con dificultad y en vez de llevar muletas se apoyan el uno en el otro.

  Nos ponemos a hablar de ellos y nos provocan sentimientos de ternura porque se han encontrado y en medio de un mundo hostil pueden entenderse y quererse.

  Pensamos que así es en realidad ,siempre, como se juntan las parejas. unos con otros gracias a sus necesidades.

   En un caso como este la carencia es aparentemente visible y en otras, sin embargo, las carencias no se ven pero están ahí, afortunadamente, escondidas.

miércoles, 26 de agosto de 2015

Depósito de agua



 Justo antes de acostarme o mientras cojo el sueño, pienso que soy un ser vivo flotante que habito un depósito de agua de una vieja casa de campo.

   El depósito está en el tejado y la lluvia repone el agua que se evapora.

   Caen los insectos de los que me alimento, atraídos por el olor dulzón de los cadáveres de sus congéneres .

    El sol me calienta varias horas al día y conservo el calor para poder observar desde mi inmóvil posición el giro completo del plano celeste en las noches claras.

   No se bien si soy una medusa o un pulpo, Observo mis tentáculos en movimiento, me acaricio, dándome placer con ellos y volviendo a mirar el cielo, de día o de noche, este me reconforta, mientras yo yazgo siempre tranquilo y flotando.


domingo, 23 de agosto de 2015

Mundo Interior



 La noche ha sido fría y los pájaros del campo me despiertan en un cama antigua alta y grande,

 La bolsa de agua caliente está  por algún lado entre las sábanas y las mantas y queda todo el día por delante para tumbarme en los campos de alfalfa, para andar por almacenes llenos de morralla y por los almendrales.

  Queda todo el día por delante para ser niño, para aprender a estar solo y para permanecer en mitad del campo siempre dentro de mi mundo interior.

jueves, 20 de agosto de 2015

Perro Labrador

 

    Veo desde la ventana del bar un perro labrador precioso que cojea y camina dando saltos con sus patas delanteras, una de las cuales le debe fallar.

   No se como Dios, si es que existe, puede consentir que un animal tan maravilloso pueda "estropearse", que ya no pueda andar con la soltura, el orgullo y la dignidad que le son propias.

   Visto esto no hay mas que imaginar la calidad de fabricación del resto del mundo.

    Menos mal que existe el amor humano.

martes, 18 de agosto de 2015

Botas



 Llevo unas botas viejas, sacadas de un antiguo baúl, para poder andar entre el barro, las piedras, la tierra y el almendral.

 Tengo la infancia llena de hormigas, de culebras,
de sapos y de ranas.

 El campo no está iluminado. A las seis te recoges y oyes el ulular del  búho y el escarbar en el granero de las ratas.

 La casa está en medio de ninguna parte y encima de la alacena al fondo escondida. está cargada, por si acaso, la escopeta,

viernes, 14 de agosto de 2015

Orilla



  Parece mentira pero un riachuelo de agua corriente en la calle, fuertemente abrasada por el sol, me lleva directamente a mi niñez en la playa.

  Como diría Dylan "Diez mil dólares echaría en mi sombrero"

    Para volver a sentirme así, tan abstraído por el mundo que era todo  tan nuevo.

  Para volver a estar sentado en la orilla de la playa para siempre , jugando con el barro, sintiéndolo todo con el cuerpo.

 Con la mente y la mirada limpias como el mismo cielo, sin querer pensar en nada nunca más.

martes, 11 de agosto de 2015

En mis sueños subsuelo


 En mis sueños bajo al subsuelo por medio de unas escaleras mecánicas. Levanto la cabeza para ver bien el descenso e imagino que en vez de bajar al andén estoy entrando en el Nautilus.

 Me sorprendo al escuchar grillos subterráneos que seguramente se esconden por miles en los falsos techos

 En mis sueños las cigüeñas acompañan a los trenes como hacen los delfines con los barcos y vuelan por los túneles del metro guiando a los convoyes y anunciando sus llegadas.



domingo, 9 de agosto de 2015

Soledad Infantil

 

       No hay tregua para mi soledad infantil. Es el campo, tan hermoso, quien me cuida.

    Doy largos paseos, pequeño y solo, y no me caigo en las zanjas, ni en las balsas, ni en las acequias.
   
    Las botas llenas de barro y los bolsillos vacíos, tanto, como solo puede tenerlos un niño.

    Subo al almendral y no puedo ver el fondo, de tan grande que es y de tantos árboles que tiene.

    Aquí arriba tampoco hay nadie y ya comienzo a tener frío.

    Lo recorro y bajo hacia la casa por el otro camino.

    Antes de que anochezca nadie me echará de menos.