jueves, 14 de enero de 2016

De vuelta a casa



   De vuelta a casa voy pensando que estoy a medio camino, o por lo menos eso querría. Atajo por el callejón y a lo lejos veo venir a alguien conocido, aunque de momento no veo muy bien quien es.

  Adquiere, según se va acercando, un carácter imaginario pues el ruido de sus pisadas no coincide con los golpes en el suelo de sus zapatos.  Empiezo a creer que es solamente una sombra de alguien que realmente no está aquí en este momento, que quizás pasó ayer por el callejón, a esta misma hora.

  Nos juntamos a medio camino:


- Hola, como estás.Dice.
- Un poco más gordo, respondo para darle a la conversación un carácter intranscendente.
- No se te nota nada, contesta,
- Eso me dicen, es por la cara que se mantiene delgada gracias al insomnio y a la tensión nerviosa, al sufrimiento, vamos.
- ¿Qué tal vas tu? le pregunto.

 Pero la sombra no contesta

 Me doy cuenta de que sigo viviendo en un mundo submarino, acuático, que no tiene mitades de camino, ni siquiera tiene caminos y por tanto no lleva a ninguna parte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario