sábado, 6 de febrero de 2016

Encuentro. Unidos.



   Me encuentro con una antigua novia y a pesar de ello buena amiga en el café moderno. Después de los besos y de los saludos de rigor me dice;

 - He quedado con mi novio, ven que te lo presento.
 -  Me encantaría pero no es buen momento, me estoy preparando la cabecica para ir a la psicóloga.
 - Anda, contesta, pues mi novio acaba de salir de la suya.
 - Será la misma, contesto.
 - Es verdad, me ahora me acuerdo, hace años me dijiste que ibas a esta psicóloga y que te iba muy bien así que se lo dije a él.
  - Bueno, ve, que te está esperando, otro día será.
  - Muy bien Quique ya nos vemos.Y se marcha a una mesa del fondo donde le esperan.


  Al cabo de un rato antes de irme, me acerco a despedirme, me da pena no conocer al chico y pienso que tampoco me cuesta tanto decirle adiós a mi amiga, que tanta ilusión tenía en presentarme a su pareja, así que me levanto me pongo el abrigo y me acerco a su mesa.

  -Bueno, pues ya me marcho, encantado de conocerte.
  - Lo mismo digo, responde él.

   Le doy dos besos a mi amiga, le doy ánimos al chico, me despido y mientras lo hago me doy cuenta de que que ella aprecia mi gesto, al que corresponde con un gran abrazo de despedida.

   Me voy pensando que parece mentira como los sutiles hilos del pasado nos mantienen a veces, sin saberlo, unidos, por el bien de todos.

   Por cierto, no quiero dejar de escribir sin recordaros lo importantes que son los abrazos. Un abrazo y salud.

 


 

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