domingo, 14 de febrero de 2016

Fantasmagóricos

 

     La carretera oscurecida.

    Veo por primera vez las luces rojas que sostienen en lo alto los  fantasmagóricos molinos de viento.

    Hay que estar donde hay que estar y tú nunca estuviste aquí,conmigo.

   Comprendo en un solo instante toda mi soledad y como un mazazo en la cabeza o un golpe en la boca del estómago me deja sin respiración.

    Ya no miro por la ventana, para eso hace falta al menos un motivo.

    Siento que estoy lejos en medio de un cielo nocturno.

    Ahora disculpa, ha llegado la hora

    Tengo que coger un tren.

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