miércoles, 13 de abril de 2016

Noche

   


       La noche se ha quedado quieta, no se mueve ni el aire ni llueve.

      Tengo dentro de mi una atmósfera febril y mortecina.

       Por fin me quedo solo y disfruto de una compañía lejana a través de los hilos del teléfono en vez de hacerlo a través de los poros de mi piel.

       El mundo está dentro de una pantalla, más lejos de mí interior que nunca, más lejos del interior de todos nosotros que nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario