Aquella Semana
Santa la pasé en Grañén. Bueno, en una casa de campo que mi abuela tenía cerca
de allí. Estaba la casa en mitad del campo, a dos kilómetros del pueblo más
cercano y, en aquella ocasión, estábamos allí mi hermana Elena, mis primas Ana
e Isabel (que son hermanas) y mi tío
Diego y mi tía Berta, que también son hermanos.
Un buen día
mis primas y mi hermana se fueron a una paridera cercana donde hasta hace unas
semanas había habido ovejas y volvieron llenas de pulgas (yo no recuerdo por qué
no fui con ellas).