martes, 18 de agosto de 2015

Botas



 Llevo unas botas viejas, sacadas de un antiguo baúl, para poder andar entre el barro, las piedras, la tierra y el almendral.

 Tengo la infancia llena de hormigas, de culebras,
de sapos y de ranas.

 El campo no está iluminado. A las seis te recoges y oyes el ulular del  búho y el escarbar en el granero de las ratas.

 La casa está en medio de ninguna parte y encima de la alacena al fondo escondida. está cargada, por si acaso, la escopeta,

viernes, 14 de agosto de 2015

Orilla



  Parece mentira pero un riachuelo de agua corriente en la calle, fuertemente abrasada por el sol, me lleva directamente a mi niñez en la playa.

  Como diría Dylan "Diez mil dólares echaría en mi sombrero"

    Para volver a sentirme así, tan abstraído por el mundo que era todo  tan nuevo.

  Para volver a estar sentado en la orilla de la playa para siempre , jugando con el barro, sintiéndolo todo con el cuerpo.

 Con la mente y la mirada limpias como el mismo cielo, sin querer pensar en nada nunca más.

martes, 11 de agosto de 2015

En mis sueños subsuelo


 En mis sueños bajo al subsuelo por medio de unas escaleras mecánicas. Levanto la cabeza para ver bien el descenso e imagino que en vez de bajar al andén estoy entrando en el Nautilus.

 Me sorprendo al escuchar grillos subterráneos que seguramente se esconden por miles en los falsos techos

 En mis sueños las cigüeñas acompañan a los trenes como hacen los delfines con los barcos y vuelan por los túneles del metro guiando a los convoyes y anunciando sus llegadas.



domingo, 9 de agosto de 2015

Soledad Infantil

 

       No hay tregua para mi soledad infantil. Es el campo, tan hermoso, quien me cuida.

    Doy largos paseos, pequeño y solo, y no me caigo en las zanjas, ni en las balsas, ni en las acequias.
   
    Las botas llenas de barro y los bolsillos vacíos, tanto, como solo puede tenerlos un niño.

    Subo al almendral y no puedo ver el fondo, de tan grande que es y de tantos árboles que tiene.

    Aquí arriba tampoco hay nadie y ya comienzo a tener frío.

    Lo recorro y bajo hacia la casa por el otro camino.

    Antes de que anochezca nadie me echará de menos.

sábado, 18 de julio de 2015

Autoabandono



 Aquella mujer se fue abandonando a si misma hasta que su aspecto le brindó la excusa que necesitaba para dejar de vivir.

   Dejar de vivir no es lo mismo que morir. Morir es dejar de existir casi por completo, al menos en el plano físico y del movimiento. Dejar de vivir es quedarse voluntariamente medio muerto en el propio interior.

   En el interior de una casa, de un cuarto, de una cama, de un cuerpo. Es dejar de vivir para los demás para acabar solo, dentro de uno mismo.

   Por supuesto no estoy hablando de meditar porque el que medita lo hace para seguir viviendo después en el exterior.

  Este auto-abandono no es desesperanza, no es desilusión, porque en estas cosas hay amargura y tristeza, es un estado en el que se lleva tanto tiempo sin expectativas, sin ilusión, sin futuro que ya solo queda una rutina vacía, el hábito, el dejarse morir con absoluta y franca desidia e indiferencia


viernes, 10 de julio de 2015

Pastillero

 

 En un bar, en la mesa de al lado de la mía, una niña, de unos seis años, juega con su nuevo pastillero que saca del paquete de la farmacia. Su padre le quita el plástico y comienza a rellenárselo a la vez que le va explicando para que es y como lo tendrá que utilizar.
    El pastillero es enorme y  se fabrica en serie

    Esta enfermedad de la niña es otra de las crueldades que Dios (si es que existe) en su infinita bondad y omnipotencia no debería permitir.

  ¡ NO!, Bajo ninguna circunstancia.

    Bajo ningún designio por muy inscrutable que este sea. Ninguna razón puede justificar la desgracia de un niño.

   Si algún católico insiste en sus tradicionales razones está, por supuesto, en su derecho a expresarlo pero entonces, siendo coherentes con aquello de que no se debe mentir, les ruego que dejen de utilizar eufemismos y que no digan más :

    "Los designos de Dios son inescrutables" sino  Las putadas de Dios son inescrutables o Las putadas de Dios son indescriptibles o Las putadas de Dios son intolerables

      Para que todo quede así, claramente expuesto.

 Pd; Si a alguien he ofendido con mis palabras ruego me disculpe, a la vez que pido a Dios (si es que existe)  que en su infinita bondad y omnipotencia  se digne a envirnos de alguna forma un nuevo manual un poco más actualizado.

   

miércoles, 8 de julio de 2015

Sueño con señora



   Sueño con una señora que está a las diezde la mañana en el Café del Tibet  tomándose un sol y sombra tras otro.

   De repente yo mismo soy la señora. Me doy cuenta porque noto un fuerte olor a laca proveniente de mi peinado de señora con laca . Miro mis piernas y veo una falda clara estampada con grandes flores, medias blancas y zapatos blancos también a juego  con un poco de tacón.

    Me doy cuenta de que no soy el Papa Benedicto porque si lo fuera los zapatos serían rojos, que alivio.

     Saco de mi bolso blanco, a juego con los zapatos, un espejito redondo y veo que tengo unos sesenta y cinco años o más y una buena papada pero por lo demás estoy bastante elegante.

  Me empieza a entrar la risa floja cuando pienso en el tipo de ropa interior que podría llevar en este momento. Aprieto un poco las nalgas para asegurarme de que no llevo un tanga y prorrumpo en una carcajada grandiosa.

- Señora por favor. Dice el camarero que cree que el sol y sombra es lo que me hace reirme sin control.

 Me recompongo y le digo, disculpe, póngame otro sol y sombra. Me lo trae pero esta vez en una copa enorme de coñac, en una copa casi gigantesca. Cuando la veo me rìo y le digo "Me voy a coger ua cogorza del copón" Él también se ríe aunque intenta evitarlo.

 El copón es tan grande que tengo que cogerlo con las dos manos y cuando apuro la copa, cosa que hago de un solo trago, veo a través del fondo de la misma a unos chicos intentándo explicarle algo a dos policías municipales.

 Emito una terrible carcajada. jajaja eestaaan inte entando jaja explicarle aaalgo jajjaaa a a jaja la po po policíiiiia jajajajaja  y todo el bar se ríe ante la ingenuidad de los pobres chavales.

  Llegado a este punto el sueño supera todos los niveles del absurdo que los sueños pueden soportar así que me despierto. Me río y lo repaso todo para después poder escribirlo.

   Antes de volver a dormirme me doy cuenta de mis grandes carencias como escritor. Estoy seguro de que a Bukowski no le hubiera faltado una botella de brandy al lado de la pata de la cama para seguir la juerga despierto,