martes, 29 de noviembre de 2016

Para pasar el tiempo.



Para pasar el tiempo lo mejor posible hay que huir de los creadores de bucles que se encuentran agazapados legislando.

Esquiva también las aglomeraciones, por la concentración de conciencia que en ellas se produce.

Hay que tener siempre en cuenta que un grupo, es muchas veces, la resta de cada una de sus partes.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Patinaje



La pista de patinaje del Parque Bruil es pequeña y corriente, ovalada,con su barandilla exterior para agarrarse cuando se está aprendiendo.

Ha comenzado el otoño y con las primeras lluvias se ha llenado de hojas perfectas, amarillas, rojas otras todavía verdes.

De pronto las hojas  parecen pesar como pequeñas lápidas bajo las que descansan los cuerpos aplastados de los últimos insectos del verano.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Comprender o sentir



Comúnmente se cree que allí donde no llega a razón llega el sentimiento. Así actuamos por ejemplo cuando alguien fallece "lo siento" decimos,  puesto que no hay nada que entender.

Sin embargo creo que es al contrario, sentimos todo el tiempo y ocultamos esos sentimientos con el discurso incesante del pensamiento, de la razón. Por eso la "razón " nos parece tan importante y efectivamente lo es, el tenerla aplaca la desazón que nos produce lo que sentiríamos si no la tuviéramos, esa es la razón por la que acabamos mintiéndonos a nosotros mismos.

La mayoría de las veces no razonamos para encontrar la verdad, lo hacemos para justificar nuestros actos y librarnos de lo que nos hacen sentir.

Quizá si no reprimiéramos tanto nuestros sentimientos descubriríamos que nuestra intuición no es mas que otro nombre para llamar a nuestros instintos, a nuestra inteligencia primigénea, animal y también quizá, deberíamos aprender a sacarle partido. A muchas otras especies no les va tan mal.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Teselas



Todas las paredes del ambulatorio están recubiertas de teselas naranjas. Como todo el mundo sabe el naranja es el color complementario del azul y azules son las teselas de las piscinas.

Dentro de la piscina te sientes ligero, azul como el aire y el agua.

Aquí en la sala de espera uno se siente pesado como la tierra y los fluorescentes no permiten a nadie esconder sus ojeras, la cara de dolor, de tristeza o de frustración.

Me pregunto si alguna vez los arquitectos se dejan caer por las salas de espera de los ambulatorios.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Movimiento.

Hay personas encerradas en penitenciarías, en residencias de ancianos, en sus casas, en los bares en la calle e incluso en si mismas.

Hay otras que sin embargo se te acercan peligrósamente.

Hay asociaciones que llevan agua al otro lado del mundo como llevan el agua las nubes de uno a otro continente.

Hay calles llenas de fanfarrias, sentado en un bar me atrapa todo este movimiento absurdo.

Como un anciano veo niños persiguiendo pájaros y propagándose en todas direcciones.


martes, 22 de noviembre de 2016

A buscarte.


 

     Salgo a la calle a pesar de la lluvia y me acerco a ti para  conjurar mi vacío, las cuencas de tus ojos son vidriosas, casi espejadas y repelen la luz, infranqueables.

    No se sabe a ciencia cierta si detrás de esos espejos hay un alma, una conciencia siquiera.

    Salgo de casa a buscarte y al cabo de la calle echo de menos a mis gatos.

 

domingo, 20 de noviembre de 2016

Desnudez

   Era yo un adolescente cuando una tarde me subió mucho la fiebre, comencé a sudar, me encontraba al borde del desmayo, era verano.

  La chica que estaba allí ayudándonos , pues en la casa de mi tía nos juntábamos a veces hasta veinticuatro personas y muchos niños, tras darme un vaso de agua y una aspirina. me llevó a mi cuarto para que me tumbase y me tapó con una colcha. No había más adultos en la casa.

  De repente me dijo muy suavemente:

  - ¿Quieres que te ponga el pijama?

  -  Sí, contesté, yo solo no podía.

   Lo hizo con un cuidado casi maternal, sacó de mi cuerpo la ropa totalmente empapada y me puso  mi seco y reconfortante pijama.

   Me sentí cuidado y respetado en aquel mi cuerpo adolescente que tanto había sufrido en otras ocasiones.

   - Muchas gracias le dije, ella salió de la habitación suavemente, sin hacer ningún ruido  y yo caí rendido,

   Me recuperé pronto y el verano pasó rápido. Por supuesto nunca volvía a verla.

   Pasamos por las vidas de los demás como sin darnos cuenta y sólo algunos detalles se nos quedan dentro, como si tuviéramos en la cabeza una despensa, una bodega, de la que abastecernos y poder rumiar la vida propia y ajena.