miércoles, 11 de octubre de 2017

Una mañana cualquiera de escritura

Una hoja seca entra por la ventana abierta de la biblioteca. Otra vez estamos sin aire acondicionado. Como mi vida misma, pienso, que tampoco está muy bien acondicionada.

Por eso paso aquí mis mañanas, en una huida que va desde mi herida interna, a los libros, al papel, sin pasar por el mundo.

Practico la escritura automática, escritura terapéutica para una mente enferma que intenta mantenerse a flote.

Podría quedarme en la cama pensando en el sexo, como hace tanta gente, pero entonces acabaría recordando el desconsuelo que siento cuando, tras aparearme, compruebo, una y otra vez, que no he regresado al útero materno.

El nacimiento no se supera. Espero que la muerte se supere, que sea  La Nada, que es lo único que puede acabar con la soledad, que es la angustia que acompaña a la existencia.

Me diréis que también en el mundo hay amor, y es cierto. El amor es un alivio, pero no la solución al dolor existencial porque el amor nos ata a la vida.

La vida es el recuerdo que se hace y el recuerdo es la herida.

Aquí, como digo, hay una ventana abierta, aunque con poca caída, al patio del albergue de transeúntes. Si me arrojara por ella, si cediera, dejaría paradójicamente de ser un transeúnte.

Me levanto, recojo la hoja seca y la tiro por la ventana. La devuelvo al mundo al que pertenece.

Yo vuelvo a mi silla, a mi sitio, a mi escritura.

Hoy mi pluma, cargada de tinta azul intenso recorre el blanco papel como surcaría Moby Dick los celestes mares. Circundando el el planeta que nos sustenta, resentida, pero al fin y al cabo todavía viva y libre.


jueves, 28 de septiembre de 2017

Buen trato

Leo en un libro de Amos Oz su famosa frase "Haz la paz, no el amor" y pienso que no le falta razón al hombre, cuando asegura que el amor no es el contrario de la guerra y que el contrario de la guerra es la paz.

Dejando a un lado el debate de si yendo  hacia el lado contrario de algo, se acaba con ese algo, o si simplemente, como creo yo, se huye de ese algo ,  me pregunto:

¿Es suficiente la paz?

Con esto quiero decir que estamos tan acostumbrados a ver atrocidades, que nos conformaríamos con que estas dejaran de existir, lo que no es poco, pero no es suficiente con acabar con los malos tratos.

Lo que es de verdad  necesario, es que nos tratemos bien.


martes, 26 de septiembre de 2017

El sueño llega

Al atardecer  me siento a leer en un banco frente al río.

Las libélulas espolean el agua en busca de mosquitos muertos y los peces, al verlas, se abaten sobre ellas mostrando sus brillantes espinazos anaranjados. Las remolcan  hasta el lecho del río donde las ahogan en un limo gelatinoso y frío.

Una urraca se apea del transportín trasero de una bicicleta. ¿Cuántos kilómetros habrá recorrido de polizón, sin que el ciclista se haya dado cuenta de su presencia?

Una cigüeña vuela hacia mi, mostrando el envés de sus alas, decoradas con afelpados círculos negros sobre fondo blanco, y se convierte así, ante mis ojos, en una repugnante mariposa gigante.

Estremecido salgo de mis ensoñaciones y me pregunto cuanto tiempo habito en mi interior y cuanto de lo que me sucede es realidad y cuanto sueño.

La última luz solar va cayendo, el aire se aquieta y un olor a lodo estancado impregna mi piel embadurnándola de tierra y sudor.

Las nubes cubren el cielo  convirtiéndolo en una bóveda en la que se abren, de tanto en tanto, claraboyas por las que se cuelan, con toda su angustia, los últimos rayos del día.

Cierro el libro que sostenía en mi regazo y vuelvo a casa paseando por el parque.

Las hormigas se descuelgan de los árboles cayendo sobre mis brazos y entre el hueco que queda entre mis gafas y mis ojos, donde las sacudo.

Los árboles a su vez se hunden en el río, donde el polen se fija formando una fina y densa capa de coral.

El planeta vira unos pocos grados más, la noche llega, devolviéndome mi brisa de inconsciencia y por fin el sueño.


sábado, 9 de septiembre de 2017

Belleza

Hay en el mundo tanto dolor y tan poco consuelo, que dan ganas de mirar hacia cualquier otro lado, aunque esto sea, claro está, casi imposible.

Fijo mi mirada en él y descubro que detrás de todo lo que nos rodea está la belleza:

Tras un pez que boquea o tras el nacimiento de un hijo, está la belleza.

¿Hay algo más detrás de esta belleza? ¿Está acaso Dios allí agazapado desde el principio de los tiempos?

¿Acaso importa?

La belleza está aquí y alivia nuestra existencia, siempre accesible, para quien sepa mirarla

Con eso, a mí, por el momento, me basta.

martes, 5 de septiembre de 2017

Televidentes

Leí hace tiempo que el televidente, de alguna forma, nunca esta sólo, que para estar sólo tendría que ponerse un dvd.

Creo que esto es cierto, pero ¿Cómo se explican estas relaciones entre la soledad y los mass media en la era de internet? ¿Está sólo el que ve una serie on-line?  No lo creo.

 De lo que no queda duda, afortunadamente, es que el único medio que sigue asegurándonos una soledad casi perfecta es el libro, porque lo que vemos en nuestra mente, cuando leemos, lo creamos entre el autor del libro y nosotros mismos.

La imagen resultante de nuestra lectura  es diferente a cualquier cosa que otros imaginen al leer el mismo texto, aunque lo hagan en el mismo momento.

Aquello que vemos cuando leemos un libro, es sólo nuestro, lo vemos nosotros solos en nuestra propia mente .

lunes, 4 de septiembre de 2017

Espiral



En el centro de la galaxia hay un sumidero que acaba, con todas las curvas de su silenciosa espiral, en un lleno absoluto.

Hacia él se dirigen las amorosas y extenuadas estrellas, llevando a cuestas sus sistemas planetarios y con ellos sus planetas, sus satélites, sus cinturones de asteroides y sus cometas.

Se abisman en este centro también el espacio, el tiempo y la luz, toda la luz.

Cuando por fin lleguemos deseo sentir el abrazo comprimido de toda esa materia.

Un fuerte abrazo, uno eterno, que es el que corresponde a un agujero negro.

jueves, 10 de agosto de 2017

En el sueño

En el sueño encontrarás compañía para tu soledad. Fíjate en lo sabios que son los gatos, por eso duermen tanto. Saben que en los sueños nada se les niega.

A este tipo de sueño en los que se realizan los sueños los llaman sueños de compensación ¡menudo trabajo tienen!